Autobservación, meditación y atención plena a la vida cotidiana. Son las tres claves del mindfulness. Parecen conceptos algo abstractos y difíciles de entender, pero la explicación es asequible. La autobservación se basa en una mente llena de presencia, es decir, una mente entrenada para vivir el momento presente, sin prejuicios, preparada para el devenir y centrada en el aquí y ahora. El mindfulnes es un entrenamiento que permite acabar con la dispersión de la mente, que siempre está divagando entre el pasado y el futuro y nunca centrada en el presente. La felicidad no se puede encontrar en el futuro, la única manera de sentirla es en el momento actual. Por eso, es importante darse cuenta de lo que se está experimentando en este mismo instante. José María Doria, presidente de la Escuela Española de Desarrollo Transpersonal y autor de Las 40 puertas, ha explicado en la presentación de este libro hoy, 23 de junio, en Madrid, que “el entrenamiento es sencillo, solo es necesario comprometerse. Hay que detenerse y observar. Ver cómo me siento en este momento, qué emociones vivo, si estoy tranquilo, si hablo rápido, etc.”. El segundo punto es la meditación. “Estar en presencia, ver lo que pasa por la mente sin intervenir, observar lo que hay”. Así explica Doria en qué consiste esta práctica, que recomienda realizar, si se puede, 20 minutos al día. Por último, explica qué es la atención plena a la vida cotidiana. “Al hacer cualquier tarea, como pelar una cebolla, hay que hacerlo con atención. A veces hacemos las cosas automáticamente, sin darnos cuenta. El mindfulnes consiste en sustituir esta automatización por lo consciente y voluntario”. Un buen ejemplo es intentar ser conscientes al caminar, darnos cuenta de que estamos andando, y no hacerlo como hábito mecánico. Una vez se conocen estos tres términos, la pregunta es: ¿por dónde empiezo? Doria explica de forma práctica en su libro cómo practicar mindfulness. Aquí resumimos los primeros pasos para realizar en el día a día: 1) Detente y observa Se trata de detenerse, respirar y observar lo que ocurre en el cuerpo en ese mismo momento. Ver qué te está pasando por la cabeza y qué sentimientos tienes. Quizá tienes hambre, estás cansado, tu mandíbula está apretada, tus hombros están levantados, etc. Céntrate en esto durante un momento y continúa con la tarea que estabas haciendo. “Esto te saca del círculo de la inconsciencia, te trae al presente y ayuda a relajarte”, expone Doria. El experto propone hacer esta parada cada cierto tiempo. 2) Dar un paso atrás Esta es otra forma de observar. Doria propone salir de nuestra propia mente y observar los pensamientos, pero no desde dentro, sino como un espectador, desde fuera. Es una tarea que se puede realizar varias veces al día durante un breve periodo de tiempo. Lo que hace es “recordarnos que no somos lo que tantas veces creímos ser”. 3) Volver al aquí y ahora Doria sugiere programar una alarma tres veces al día que nos lleve de nuevo al aquí y ahora. Habría que parar, hacer tres respiraciones conscientes y continuar con la tarea. 4) Respirar La cuarta actividad consiste en realizar 40 respiraciones, contando cada una al exhalar. De esta manera se practica la respiración consciente y la mente se aquieta. El experto sugiere no acelerar el ritmo y, “si te despistas, retoma la cuenta y sigue hasta llegar a las 40”. 5) Aceptar nuevos pensamientos y emocionesContinuamente llegan nuevas emociones, ideas y sensaciones. Sean buenos o malos, Doria apuesta por darles la bienvenida y atenderlos. “Estar agradecidos de que vengan”. En definitiva, atender y observar las emociones nuevas que lleguen a tu cuerpo.
Créditos: Cristina Martin Garcia
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