ARQUETIPO DEL DRAGON
Como arquetipo, el Dragón está relacionado a los cinco elementos principales que rigen metafísicamente sobre las manifestaciones materiales presentes en la naturaleza. Él mismo está conformado por los cinco elementos. El cuerpo de reptil representa su unión con la Tierra; las escamas, semejantes a las de un pez, representan su poder sobre el Agua; sus alas dan testimonio de que está en estrecha unión y en cercano y sutil contacto con el Aire; su aliento de Fuego nos anuncia que es dueño, guardián y señor de este elemento en todas sus manifestaciones; y el Dragón mismo es la representación del Éter Universal que sostiene y vivifica todas las manifestaciones. En lo externo el dragón es esta quintaesencia, pero en lo interno es la Primera Materia en la que el éter está contenido; esa Prima Mater (madre primigenia) de la que han surgido todas las formas materiales y substanciales visibles o invisibles para la vista común.
El Dragón es un símbolo arquetipo de alta espiritualidad, sabiduría, fuerza y poderes divinos de transformación. también representa lucha, y es visto como un guardián que ayuda a mantener el orden que lleva al inicio de un universo, o el descubrimiento de un lugar sagrado. A través de los tiempos siempre a representado a los grandes hierofantes y maestros autorrealizados, así que cuando se habla del dragón se hace siempre referencia a un bodhisattwa, a un buda de compasión como Quan Yin.
Los Dragones poseen poderes sobrenaturales, por dicha razón son conocidos también como guardianes de los misterios, tesoros, doncellas, etc.
El Dragón enseña y nos desafía
Y junto con el dragón viene siempre el caballero heroico que se enfrenta a él en lucha feroz. ¿Qué significan estas dos figuras? De la mano de categorías de C. G. Jung y sus discípulos, especialmente de Erich Neumann que estudió específicamente este arquetipo (A história da origem da consciência, Cultrix 1990), y de la psicoterapia existencial-humanística de Kirk J. Schneider (O eu paradoxal, Vozes 1993) procuremos entender lo que está en juego en ese enfrentamiento.
Es importante reconocer que el dragón aterrador y el caballero heroico son dos dimensiones importantes del mismo ser humano. En nosotros el dragón es nuestro universo ancestral, oscuro, nuestras sombras, de donde surgimos hacia la luz de la razón y de la independencia del ego. No sin razón en algunas iconografías, especialmente en una de Cataluña (es su patrono) el dragón aparece envolviendo todo el cuerpo del caballero. En un grabado de Rogério Fernandes el dragón aparece envolviendo el cuerpo de san Jorge, que lo sujeta con el brazo, y tiene su rostro, nada amenazador, a la altura del de san Jorge. Es un dragón humanizado formando una unidad con san Jorge. En otras imágenes el dragón aparece como un animal domesticado al cual san Jorge, de pie, conduce sereno, no con la lanza sino con un bastón.
La actividad del héroe, en este caso san Jorge, en su lucha con el dragón, muestra la fuerza del ego, valeroso, iluminado, que se afirma y conquista autonomía, pero siempre en tensión con la dimensión oscura del dragón. Conviven, pero el dragón no consigue dominar al ego.
Dice Neumann:
«La actividad de la conciencia es heroica cuando el ego asume y realiza por sí mismo la lucha arquetípica con el dragón del inconsciente, llevándola a una síntesis satisfactoria» (Op. cit. p. 244). La persona que hace esta travesía no reniega del dragón, pero lo mantiene domesticado e integrado como su lado de sombra. Por esta razón, en la mayoría de los relatos, san Jorge no mata al dragón, solamente lo domestica y lo reinserta en su lugar, dejando de ser amenazador. Ahí surge la síntesis feliz de los opuestos; el yo paradójico encuentra su equilibrio pues alcanza la armonización del ego con el dragón, del consciente con el inconsciente, de la luz con la sombra, de la razón con la pasión, de lo racional con lo simbólico, de la ciencia con el arte y con la religión (Cf. Schneider, p. 138).
El encuentro con la sombra implica una confrontación con uno mismo en el más amplio sentido de la palabra. Es decir, un encuentro con lo inconsciente, con aquella parte de la personalidad de la cual no siempre nos damos cuenta, pero que ejerce un efecto en nuestra vida que puede llegar a sorprendernos.
En los sueños, en las imágenes que surgen en la mente, en la creación, en la intuición, en la obra de arte, en las experiencias que trascienden la realidad concreta, en los actos fallidos, en los lapsus de memoria, en los síntomas neuróticos se está manifestando esa parte de la psique.
El enfrentarse a las oposiciones y la búsqueda del equilibrio constituye la característica de personalidades maduras, que integraron las dimensiones de sombra y de luz. Así lo vemos en Buda, Francisco de Asís, Jesús, en Gandhi y en Luther King.
“Incluso la persona iluminada sigue siendo lo que es, y nunca es más que su propio ego limitado antes de Aquel que habita dentro de él, cuya forma no tiene fronteras cognoscibles, que lo abarca en todos los lados, insondable como los abismos de la tierra y el vasto como el cielo” Carl Jung, Libro de Job, Párr. 758
El dragón encierra nuestra parte de sombra, eso que hay en nosotros y que, pese a la fuerza interna que tiene, no queremos aceptar pero que está allí. La sombra es una realidad del mundo dual que nos hace que si amamos a algo odiamos a lo contrario, que si deseamos esto, evitamos aquello. La pureza no puede existir en un mundo dual y de eso es de lo que se encarga el dragón, en decirnos que hay parte de sombra en nosotros. Carl Jung
Este encuentro requiere una buena dosis de valor y de motivación por el conocimiento de uno mismo. Es decir, un alto grado de fortaleza y autoestima para poder enfrentarse con aquellos aspectos que no son agradables y que, cuando menos, son dolorosos. Aspecto que además no encajan con la imagen que socialmente nos gusta dar cuestión muy importante en el mundo actual que da gran valor a la apariencia.
Soñar con dragones
Los sueños son siempre simbólicos, algo que no podemos controlar y que surgen de manera espontánea. Muchos sueños pueden anticiparse al futuro, pero no es que sea una predicción, es simplemente que nuestra mente saca conclusiones de hechos que conoce nos habla de emociones enterradas en nuestro subconsciente que suben a la superficie consciente por medio de los sueños. Recordar esos fragmentos puede ayudar a descubrir emociones y recuerdos enterrados.
Las interpretaciones de soñar con dragones son variadas y depende mucho de lo que ocurra en el sueño y de tu contexto vital. Pero en líneas generales el significado de este sueño está relacionado con el poder de tu fuerza, la energía que te dan tus ilusiones y, en algunos caso, esa ira contenida que debes dejar salir.
Puede que sueñes que te has convertido en un dragón y ves la típica imagen de escupir fuego. Ten cuidado con este sueño porque habla de rabia, de ira contenida y del daño que quieres hacer. Recuerda que tú eres capaz de controlar tus emociones y que puedes perfectamente eliminar a las personas tóxicas de tu vida para que no te envenenen.
Pero nos quedamos con los significados más positivos de este sueño con dragones que hablan del inmenso poder que tienes dentro y del que puedes ser consciente gracias a este sueño. Tienes grandes aspiraciones y puedes estar segura de que alcanzarás tus metas porque te sobran fuerzas y ganas y porque nadie es capaz de derrotar a ese dragón que llevas dentro.
Soñar con dragones también indica que no has perdido tus ilusiones ni tu capacidad de soñar. Los dragones son seres de leyenda y para ti es importante creer en ellos, al igual que crees en ti mismo y en que todo es posible. El mundo mágico no es exclusivo de los sueños, también se puede hacer realidad.
Todos los sueños que tienen que ver con huir tienen en común un miedo a salir de tu zona de confort. Evitas enfrentarte a una situación por miedo a lo que pueda suceder. Ese miedo a lo desconocido se manifiesta en tu inconsciente en forma de sueños que pueden llegar a ser pesadillas angustiosas. Si huyes de un dragón, significaría que aún sabiendo que si sales de esa zona de confort estarías mejor, tu miedo a dar el paso es grande todavía.
Los sueños donde te ves a ti mismo luchando significan rebeldía ante una situación que no te gusta y quieres resolver. Si en tu sueño tu lucha es contra un dragón, demuestra que eres una persona valiente y segura de sí misma. Los dragones son seres mitológicos asociados al caos, y esa lucha que aparece en tu sueño es una manera de manifestar tus deseos a acabar con lo que no te gusta.
Una parte muy importante de este tipo de sueños son los sentimientos que tienes después de soñar. Si tus sentimientos son tristes y angustiosos, es hora de enfrentar esta situación con determinación. Si por el contrario te sientes eufórico y lleno de energías, significa que ya estás tomando medidas para luchar contra lo que te angustia y vas ganando.
Si sueñas con un dragón que expulsa fuego por la boca sin atacar a nadie, estás ante una manifestación de tu ira. Normalmente esto se debe a que estás en una situación de mucha presión y no se te permite expresarte sobre la misma. Si estas en ese caso, intenta hablar con alguien de tu entorno y cuéntales como te sientes. Las personas que suenan con dragones son muy inteligentes y saben como salir de los apuros, pero en algunas ocasiones es necesario saber sacar los sentimientos que nos ofuscan y no dejarlos dentro para que crezcan.
Todos los sueños relacionados con volar significan liberación. Has conseguido salir de una situación difícil, simbolizada por el dragón, y ahora tienes que disfrutar de este nuevo camino que se abre ante ti. El poder visualizar el mundo desde los lomos de un dragón te da la sensación de tener control sobre tu vida.
En oriente los dragones son considerados como seres sabios, ser amigo en un sueño de uno significa que serías considerado sabio también.
¡Maravilloso! Me encanta el arquetipo del Dragón Pero en mi caso es más un León que le salieron alas y terminó escupiendo su fuego interno para expresarse libremente Gracias por compartir. 💖🐲