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Filosofía Kantiana

FILOSOFÍA KANTIANA


Immanuel Kant



La filosofía de Immanuel Kant es un fascinante campo de estudio que ha dejado una huella indeleble en la historia del pensamiento. Kant, considerado por muchos como el mayor filósofo de todos los tiempos, nos brindó una visión profunda y revolucionaria sobre cuestiones fundamentales.



Tras iniciarse en el conocimiento del mundo gracias a su interés por la física, Kant se consagró a la filosofía en todas sus facetas: a su enseñanza, su revisión y crítica, su incesante cultivo. Pero ¿qué fue para él la filosofía? ¡Todo!, sería una respuesta simplista, pero verdadera. Para Kant, la filosofía engloba la relación de todos los acontecimientos con los fines esenciales a los que tiende la razón humana.



1. Se hizo Las Cuatro Preguntas Claves: de las cuales en las primeras 3 trabajó arduamente.



¿Qué puedo conocer?: En su obra “Crítica de la razón pura”, Kant se sumerge en la estructura misma del conocimiento. Busca comprender su origen, límites y fuentes. La filosofía establece los límites y los principios que hacen posible un conocimiento científico de todo lo que existe, de los seres físicos y de la naturaleza.



¿Qué debo hacer?: La “Crítica de la razón práctica” aborda las reglas de acción ética. Aquí, Kant explora cómo debemos actuar moralmente. La filosofía determina los principios de las acciones del hombre y las condiciones de su libertad.



¿Qué me cabe esperar?: En la “Crítica del juicio”, Kant se adentra en la esperanza y la estética. Examina cómo percibimos la belleza y la naturaleza. A la filosofía corresponde delinear el destino del ser humano y evaluar las condiciones y posibilidades de su realización.



¿Qué es el ser humano?: Esta pregunta resume las anteriores y busca comprender el sentido de nuestra existencia.



2. Idealismo Trascendental


Es una teoría filosófica que aborda la naturaleza del conocimiento humano y la relación entre el sujeto y el objeto.



Aspectos clave:



1. Elementos Fundamentales:


    - En todo acto de conocer, intervienen dos elementos: el sujeto (quien conoce) y el objeto (lo conocido).


    - Según Kant, es el sujeto quien establece las condiciones del conocimiento, no el objeto en sí.



2. Formas a Priori:


    - El sujeto aporta formas a priori al proceso de conocimiento:


        - Sensibilidad: Incluye el espacio y el tiempo. Estas formas estructuran nuestra percepción de los fenómenos.


        - Entendimiento: Aporta las categorías que organizan la experiencia.



3. Fenómenos vs. Nóumeno:


    - Todo lo que conocemos son fenómenos, es decir, representaciones subjetivas. Estos no tienen existencia independiente fuera de nuestra mente.


    - La cosa en sí o nóumeno (la realidad tal como es) permanece incognoscible para nosotros.



4. Límites del Conocimiento:


    - Kant establece que el ser humano solo puede conocer los fenómenos, no la realidad última.


    - La filosofía debe determinar los principios y límites del conocimiento científico y establecer las leyes que rigen la conducta humana.



El idealismo trascendental de Kant reconoce la influencia activa del sujeto en el proceso de conocimiento y nos invita a reflexionar sobre los límites de nuestra comprensión.



3. La Revolución Copernicana:


Kant realizó una hazaña intelectual al replantear toda la historia del pensamiento filosófico. A diferencia de David Hume, quien adoptó un enfoque escéptico, Kant decidió comenzar desde cero. Su “revolución copernicana” marcó un punto de inflexión al cuestionar y reformular las bases del conocimiento y la moralidad.



Giro copernicano: el ser humano en el centro del universo


Se anuncia de alguna manera en el punto anterior. En la filosofía anterior a Kant se aceptaba la realidad de un sujeto que conoce y de otra, ajena a él, que es conocida. Bien. Esto puede ser válido en todo caso para un conocimiento empírico. La operación de Kant es situar al ser humano en el centro del tablero y decir que ese sujeto que conoce lo hace de una manera activa y que, de alguna manera, filtra, se imbrica y hasta modifica la realidad que está conociendo. Reivindica, para hacer su idea más comprensible, el hallazgo de Copérnico, desmintiendo que el sol y los demás astros giraran alrededor de la Tierra y colocando al sol en el centro. Siglos más tarde es Kant el que coloca al ser humano en esa posición central.



En la filosofía anterior a Kant se aceptaba la realidad de un sujeto que conoce y de otra, ajena a él, que es conocida. Kant sitúa al ser humano en el centro y dice que ese sujeto que conoce lo hace de manera activa y que, de alguna manera, filtra y modifica la realidad que está conociendo



4. Formas a Priori:


El sujeto aporta formas a priori al proceso de conocimiento:


Sensibilidad: Incluye el espacio y el tiempo. Estas formas estructuran nuestra percepción de los fenómenos.


Entendimiento: Aporta las categorías que organizan la experiencia.



A priori, a posteriori


Estos términos, básicos en el idioma kantiano, están relacionados con la posibilidad del conocimiento y también con la moral. En el primer caso, el término a priori se aplica a todo aquello que no procede de la experiencia, sino que tiene que ver con las facultades propias del sujeto cognoscente. Se refiere a condiciones universales y necesarias y son, además, previas a la experiencia. Kant creyó que la matemática y la física pura tienen un origen apriorístico, como también lo tienen las coordenadas espacio-tiempo. Las condiciones a posteriori o empíricas, por contra, son particulares, fácticas y contingentes.



De ese modo existen juicios a priori, que son verdaderos sin necesidad de recurrir a la experiencia. Que el todo –por ejemplo– es mayor que las partes es un juicio evidentemente verdadero sin que haya que medir ni el todo ni las partes. Sin embargo, existen juicios a posteriori que sólo pueden ser verdaderos si se hacen comprobaciones. De nuevo los primeros son universales y necesarios. No así los segundos. La extensión de las características de los juicios a priori en el ámbito de la moral dará lugar al imperativo categórico.



5. Fenómenos vs. Nóumeno:


Todo lo que conocemos son fenómenos, es decir, representaciones subjetivas. Estos no tienen existencia independiente fuera de nuestra mente.


La cosa en sí o nóumeno (la realidad tal como es) permanece incognoscible para nosotros.


La distinción entre fenómeno y noúmeno es clave a la hora de entender el sistema kantiano. Con fenómeno, Kant designa el objeto del conocimiento empírico y objetivo, lo que aparece o se muestra al sujeto que conoce. Para aquello que conocemos sin que exista una transcripción material o sensible, Kant empleó el término noúmeno o cosa-en-sí. El noúmeno, por tanto, es lo que no puede ser reconocido ni por la intuición sensible ni intelectual. Ya que el conocimiento se limita a los fenómenos, no hay conocimiento de las cosas-en-sí al menos a través de la razón teórica. Su campo es el de la razón práctica. Solo a través de la experiencia de la moral se muestran accesibles los noúmenos.



6. Límites del Conocimiento:


Kant establece que el ser humano solo puede conocer los fenómenos, no la realidad última.


La filosofía debe determinar los principios y límites del conocimiento científico y establecer las leyes que rigen la conducta humana.



7. El imperativo categórico


Esa sumisión al deber de la ética de Kant recibe el nombre de imperativo categórico. No puede ser hipotético, parcial como sucede en el caso de las éticas materiales. Del imperativo categórico existen distintas formulaciones en el mencionado libro Fundamentación de la metafísica de las costumbres, de las que las más conocidas son:



Obra solo según una máxima tal que puedas querer al mismo tiempo que se torne en ley universal.


Obra de tal modo que uses la humanidad tanto en tu persona como en la persona de cualquier otro siempre como un fin y nunca como un medio.



Según esta premisa, una acción es moralmente correcta solo si se puede universalizar y aplicar a todas las personas en todas las situaciones. Por ejemplo, mentir no es moralmente correcto, ya que, si todos mintieran, la sociedad colapsaría.



8. Un filósofo trascendental


Efectivamente, lo fue y así lo ha demostrado el devenir del pensamiento, pero, además de serlo y de usar la palabra para definir toda su producción, como hemos visto, Kant la aplicó también a diversas ramas de sus estudios. En la Crítica de la razón pura, Kant diferencia entre:



Estética trascendental. Se centra en la sensibilidad y en su papel respecto a la posibilidad del conocimiento. Concluye que las variables tiempo y espacio son formas a priori de la sensibilidad: para que algo pueda ser percibido por el sujeto, debe ser sometido, reducido a esas dos condiciones de la sensibilidad, el tiempo y el espacio.


Analítica trascendental. Ya no hablamos de sensibilidad, sino de conocimiento. Este se realiza a través de conceptos. Algunos, los empíricos, proceden de los datos de los sentidos, pero otros son a priori, puros. A estos Kant los denomina categorías y los define como aquellos conceptos que hacen posible «pensar los objetos». Los tocaremos en detalle en el siguiente epígrafe.


Dialéctica trascendental. Se centra en la razón y en la posibilidad, o no, de la metafísica. Si la razón, en su infatigable búsqueda de las causas últimas y el origen de las cosas no es limitada, acabará entrando en el terreno de la metafísica: esto es, de nociones como el alma, el mundo o Dios. Kant concluye que la metafísica, como conocimiento de realidades más allá de la experiencia es imposible, pues las categorías sólo deben aplicarse a los fenómenos, a los datos obtenidos de los sentidos.



9. Categorías, en detalle


Las categorías son un tipo de concepto de los que hacen posible el entendimiento. Hay dos, los generados a partir de la experiencia y otros innatos, a priori: las categorías. Kant estaba muy satisfecho con este descubrimiento hasta el punto de catalogarlo. Serían doce categorías, tres por cada tipo de juicio:



Según la cantidad: unidad, pluralidad y totalidad.


Según la cualidad: realidad, negación y limitación.


Según la relación: sustancia, causa (y efecto) y reciprocidad.


Según la modalidad: posibilidad (o no), existencia (o no) y el juego necesidad-contingencia.


A este cuadro de categorías elaborado a partir de la clasificación lógica de los juicios se le llama «deducción metafísica de las categorías».


 


La ética de Immanuel Kant es una teoría ética deontológica que se centra en la moralidad y la acción correcta.


- Deber y Razón:


Kant creía que las acciones morales deben basarse en el deber y la razón, no en las consecuencias o resultados. Para él, una acción es moralmente correcta solo si se realiza por el bien en sí mismo, sin considerar beneficios personales o recompensas.


- Buena Voluntad y Dignidad Humana:


La moralidad, según Kant, se basa en una ley universal que debe aplicarse a todas las personas en todo momento. Esta ley se conoce como el imperativo categórico. Debemos tratar a los demás como nos gustaría ser tratados, respetando su dignidad y derechos.



Ejemplos de Ética Kantiana en la Vida Diaria:


Trata a los demás como te gustaría que te trataran a ti.


Actúa según principios universales, independientemente de las consecuencias.



Considera la razón como la fuente de moralidad.



Tiene aplicaciones prácticas en nuestra vida cotidiana. A continuación, exploraremos cómo se aplica en situaciones concretas:



-Trata a los demás como te gustaría que te trataran a ti:


-El principio de la reciprocidad es fundamental en la ética kantiana. Según Kant, debemos tratar a los demás con respeto y consideración, tal como deseamos ser tratados.


Por ejemplo, al interactuar con colegas, amigos o familiares, recordemos aplicar este principio. Tratar a los demás con amabilidad, empatía y consideración es esencial.


- Sé honesto y no mientas:


Para Kant, la honestidad es una virtud fundamental en la moralidad. Debemos decir la verdad y evitar la mentira deliberada.


En situaciones cotidianas, como en el trabajo o en relaciones personales, la honestidad es crucial. Evitemos engañar intencionalmente a otros y seamos transparentes en nuestras comunicaciones.


- No hagas excepciones para ti mismo:


El principio de universalidad nos insta a considerar si nuestras acciones serían deseables como una ley universal. No debemos hacer excepciones especiales para nosotros mismos.


Por ejemplo, si seguimos las normas de tráfico, no deberíamos saltarnos un semáforo en rojo solo porque estamos apurados. La regla debe aplicarse a todos por igual.



De esta forma para Immanuel Kant el Ser Humano es un:



1. Ser Racional y Moral:


Según Kant, el ser humano es un ser racional y moral. La razón es la característica esencial que nos distingue y nos permite tomar decisiones éticas autónomas.



2. Libertad y Autonomía:


Kant considera que la libertad es fundamental para la naturaleza humana. Somos seres capaces de actuar de acuerdo con nuestra voluntad libre y autónoma.


La moralidad se basa en esta voluntad libre, y nuestras acciones deben estar en consonancia con principios universales.



3. El “Reino de los Fines”:


Kant introduce la noción del “reino de los fines”. Este concepto es ideal, no se encuentra en la experiencia empírica, sino que es construido por la razón.


El “reino de los fines” es una totalidad en la que las acciones morales se rigen por principios universales. Es un espacio donde la libertad y la moralidad prevalecen.



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