El fractal podría representarse imaginando un escenario en el que el alma de la geometría se contempla así misma frente a un espejo y, tras percibirse como un dios creador, consuma su conciencia frente a una algorítmica y omnipresente vacuidad.
La hipnótica hermosura que envuelve al pavo real en su plumaje también manifiesta una naturaleza fractal que ayuda a los machos de esta especie a seducir a las hembras a través de la perfección estética de un discurso que oscila entre lo onírico y lo algorítmico. - Pijamasurf
Los Fractales en la naturaleza
Empecemos describiendo qué son los fractales y cuándo se ha dado cuenta el ser humano de su existencia.
Hay muchos puntos de vista desde los que se pueden abordar los fractales, sin embargo, se acepta que son objetos compuesto por elementos geométricos de tamaño y orientación variable pero similares. Todos poseen algo en común, la repetición de un proceso geométrico elemental cuya estructura final es compleja y que resulta en una forma extraordinaria.
Poseen una característica intrínseca que es el desdoblamiento auto semejante.
Más allá de ser formas impresionantes, dibujadas en infinidad de expresiones de la naturaleza, los fractales son una secuencia matemática que describen procesos naturales.
Siempre han existido, a pesar de que el hombre se haya percatado de ellos hace unos pocos años.
La conciencia humana y su naturaleza fractal, una ciencia cognitiva fractal
La teoría de la conciencia cuántica del astrofísico Roger Penrose y el psicólogo Stuart Hameroff apoya la idea de que los microtúbulos están estructurados en un patrón fractal que permitiría que se produjeran procesos cuánticos.
Los fractales son estructuras que generarían lo que es aparentemente imposible: una estructura que tiene un área finita, pero un perímetro infinito.
El motivo de la utilización de los fractales para explicar la complejidad de la conciencia humana es de fácil entendimiento. Dado que ellos permiten que la complejidad surja de patrones simples repetidos, podrían ser las estructuras idóneas que sustentan las misteriosas profundidades de nuestras mentes.
Sin embargo, si fuera así, sólo podría estar ocurriendo a nivel cuántico, con diminutas partículas agitándose en movimiento en patrones fractales dentro de las neuronas del cerebro. Esto es lo que se denomina “Teoría de la conciencia cuántica”.
Qué profunda belleza hasta entonces oculta refleja el entendimiento de los fractales.
Este sistema posee fuerza y por lo tanto poder. Es la estética de las formas dentro de lo que juzgamos áspero e imperfecto.
Editado por: Joslid Salazar
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