Cuántas veces he notado este aspecto limitado a la hora de expresarme.
¿No te ha pasado que quisiste comunicar algo y el interlocutor interpreta otra cosa diferente?
De ahí la importancia de enriquecer nuestro vocabulario ampliando las palabras y sus significados.
Me adentrare en el aforismo para explicar esta máxima
El lenguaje es tan amplio como nuestras emociones y pensamientos, pero cuántas emociones reconocemos en nosotros y cuántas en dilución se crean y recrean y que sean coherentes con nuestros pensamientos y acciones.
He observado incluso como muchas veces la incoherencia reina en las conversaciones. La deshonestidad incluso si nos vamos a lo más profundo.
"Mi boca dice una cosa, mis ojos otra, mis manos afirman algo y las expresiones de mi rostro no tienen una coherencia tácita con lo anterior expresado y lo más cruento es que ni el mismo comunicador sabe lo que dijo: "porque aún no sabe lo que realmente está sintiendo".
Está intentando explicar lo inexplicable, tal vez no hay suficiente vocabulario y conocimiento de sí mismo para ofrecer una comunicación asertiva y por lo tanto honesta consigo mismo y con el interlocutor.
Reconociendo que además el lenguaje puede estar siendo depauperado, llevándolo a la simpleza sintáctica y por lo tanto a una semántica chafa. El modernismo aupado
A su vez la nula experiencia del mundo circundante con la remisiva del desconocimiento suman y adornan el pastel de la ignorancia. La cual por mala gestión de las emociones y del carácter tienden a defender a capa y espada la pequeña pieza de conocimiento como la única verdad absoluta.
Pienso sinceramente que el decrecimiento de la inteligencia humana parte de este constructo social y quizás lo más probable es que hay otros aditivos personales y sociales aumentando la paupérrima comunicación que demás, está decir, es ineficiente, ineficaz.
Puede acaso llegar el momento en que sea irrelevante decir una sola palabra cuando no sé sobre lo que estoy hablando, pensando o incluso sintiendo e intentando expresar por lo abstracto y complejo.
"Sí sería lo más honesto llegar al silencio, y que sean las acciones las que hablen y se expresen".
Ahora cabe la duda y está bien fundada de si esto responde o no a un patrón condicionado de mi mente y no a lo que realmente desea expresar mi corazón. Solo la experiencia de dicha vivencia te dará esta respuesta.
Autor: Joslid Salazar (Prema Sai) Copyright 2023
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