El surgimiento de lo incognoscible (Continuación)
Simbiosis del mundo consciente e inconsciente
como tal Psicopompo, Mi Hermes
Mi amado ANIMUS, mi masculino encarnado,
ya no proyectado desde la ilusión de mis necesidades
Ya nada más me distrae
Desde que vi tus ojos profundos
y diametralmente opuestos.
Fue tu implícita invitación a arder
y zambullirme en el gran océano.
Llegaste a mi vida tan pronto
como Fénix ardí sin miedo a la muerte.
No se que fue primero
Me volví cenizas, esas cenizas cayeron al mar
y pararon al océano profundo de mi propia psique.
Donde flote por un tiempo contemplando el océano,
y como un espejo me vi reflejada,
disfruté de las estrellas en las largas noches,
observé como estás iluminaban mi cuerpo y viaje en ellas.
Disfruté del hermoso cielo azul de día,
y contemple a las aves revolotear.
me mantuve en la perfecta calma y silencio
Así como vi grandes tormentas a lo lejos
momento crucial para reconocerme en ellas
Te sentía cerca en un estado incluso
donde no reconocía separación alguna
y allí estabas presente en el fondo.
Siendo el volcán en lo profundo
sentía tus vibraciones, tu calor,
Algo de ese fondo me reconfortaba
e incluso me vitalizaba de una forma sobrenatural.
Note algo de tu cráter salió o yacía en sus cercanías
para observar e inspeccionar
que había en el océano en su superficie...
Percibí a un gran dragón con forma serpentina
De momento solo me mantuve expectante
hasta que nadaste y sobrevolaste alrededor
allí confirme la forma y te reconocí.
Me invitas a renacer de las cenizas
La fuerza eléctrica unifica mis partes
esta fuerza electrifica mi mente
y se alimenta de mis emociones
creando un fuego eléctrico,
derribando un bloqueo.
Regresa un don dormido escucho su sonido
Siento en mi cuerpo físico natural
como aumenta su intensidad este se revitaliza,
aunque aún esta equilibrándose.
Aspectos del Eros jamás reconocidos
con anterioridad salen a la luz
desde el primer instante en que
caigo al mar congelado.
Las cenizas portaban mi impronta y mi alma tomo forma
La necesaria para que también me reconocieras
Poseía la certeza de que mi animus sabia que hacer
Esta vez fue diferente todo diferente.
Ardí con plena intención y voluntad y permití
que la parca hiciera su trabajo
de deconstruirme por completo esta vez sin sentimientos perturbadores.
La anterior forma de mi animus cayó
y al apreciar ese velo caer,
allí estabas siempre frente a mí
Autor: Joslid Salazar Prema Sai
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