Su nombre de nacimiento es Kore (La doncella).
Etimología: En griego antiguo, Perséfone significa "La que lleva la muerte". En la literatura épica, el primer nombre tiene, en dialecto jónico, las formas Persephonē (en griego antiguo Περσεφόνη) y (especialmente en Homero) Persephoneia (Περσεφονεία, Persephoneia). En otros dialectos, el nombre tiene distintas formas que no son simples variantes dialectales: Persephassa (Περσεφάσσα), Persephatta (Περσεφάττα), además de Periphona (Πηριφόνα) y Phersephassa (Φερσέφασσα). Toda esta variedad de formas sugiere que los propios griegos tenían dificultad en pronunciar su nombre, y por lo tanto tendría un origen pregriego. En el Crátilo, Platón la llama Ferepafa (Pherepapha, Φερέπαφα), y lo explica con una etimología ad hoc «porque es sabia y toca lo que se mueve».
Persephatta (Περσεφάττα) se interpreta como «la que avienta el grano», relacionándola con el sánscrito parsa, «haz de grano» y un segundo elemento que tendría en indoeuropeo la forma *-gʷʰn-t-ih} de la raíz *gʷʰen "golpear".
Otra etimología propone explicarlo como 'φέρειν φόνον', pherein phonon, «(la que) trae la muerte».
Sus padres son Zeus y Deméter
Al igual que su madre, tiene la capacidad de traer la primavera al Reino Mortal. Perséfone puede conjurar flores, plantas e incluso bosques completos, independientemente de la ubicación. Es capaz de crear vida en el Tártaro, donde nada está destinado a vivir. Así como transformar a cualquiera en una planta.
Inicios de su culto
El culto a Perséfone fue una continuación de la adoración que ya se le profesaba en el Neolítico o en la civilización minoica.
El mitólogo Károly Kerényi ha vinculado a Perséfone con Ariadna, y ha sugerido su identificación con la anónima «señora del laberinto» de Cnosos.
En una tablilla de griego micénico en Lineal B de Pilos, datada entre 1400 y 1200 a. C. (PY Tn 316), John Chadwick encuentra el nombre (como pe-re-*82 o pe-re-swa) de una diosa *Presa que podría ser identificada con la oceánide Perseis, hija de Océano, y sugiere una posible conexión con el primer elemento del nombre "Perséfone"
En la Mitología Griega
Se celebraba a Perséfone con su madre en las Tesmoforias (Magia Agraria) Los festivales de las Tesmoforias eran dedicados conjuntamente a las dos diosas. Por otra parte, en el santuario de Deméter y Core del Acrocorinto, en concreto, se encontraron gran cantidad de exvotos que indican un culto de carácter agrícola en el que las mujeres y los campesinos tenían un papel importante, y no solo para solicitar ayuda a las diosas en las tareas cotidianas sino que además les expresaban sus deseos personales a través de las llamadas tablillas de maldición. Era un ritual bastante secreto y se mantenía oculta entre las mujeres quienes lo practicaban.
El Mito del Rapto y el Inicio de las 4 estaciones
Perséfone estaba recogiendo flores con algunas ninfas, además de las diosas Atenea y Artemisa, en un campo en Enna o en la llanura de Nisa cuando Hades apareció, emergiendo de una grieta del suelo y la raptó, llevándosela en su carro tirado por yeguas inmortales a su reino subterráneo en los montes Nebrodi. Deméter buscaba por todas partes a su hija perdida. Hécate, que había oído los gritos de Perséfone o bien la Osa Mayor sugirió a Deméter hablar con Helios, el sol, que todo lo ve, para que le contase lo que había pasado y este informó a Deméter de que había sido Hades quien se la había llevado, con el consentimiento de Zeus. En otras versiones, quien revela a Deméter lo que ha ocurrido es la ninfa Cíane o los habitantes de Hermíone.
Deméter, desolada y llena de cólera, abandonó sus obligaciones divinas, consistentes en el cultivo de la tierra y provocó que los campos quedaran estériles hasta que finalmente Zeus Envió a Hermes (Psicopompo) a que fuera al inframundo a mediar con Hades para que este devolviera Perséfone, Sin embargo, ella comió varias semillas de granada, que la obligaban por sus leyes a volver al Inframundo y permanecer allí una tercera parte o la mitad de cada año. En una tradición Perséfone habría comido las semillas voluntariamente después de que Hades la convenciera diciéndole que sería un gran esposo y que ella sería la reina y soberana de los infiernos pero, según otra versión, habría comido las semillas sin saber lo que pasaría después. Cuando Perséfone regresó junto a su madre, esta volvió a permitir crecer los frutos y las flores en los campos. Por otra parte, las ninfas que acompañaban a Perséfone fueron castigadas siendo transformadas en las Sirenas por no haber intervenido.
Fue después del rescate de Perséfone del inframundo cuando Deméter reveló los misterios eleusinos. Era frecuente referirse a Perséfone como «Core», que significa «la muchacha» o bien a ella y a su madre Deméter como «las Deméteres» o «las dos diosas». La historia del rapto de Perséfone era parte de los ritos de iniciación en los misterios eleusinos. En una versión alternativa, Hécate rescató a Perséfone.
Durante el tiempo que Perséfone pasaba con hades, la pena de Deméter sumía al mundo en el frío y la oscuridad, una época en la que los árboles no florecían, Mientras, cuando Deméter estaba con su hija, todo volvía a florecer dando lugar al caluroso verano y la floreciente primavera .
Perséfone como reina del Inframundo
Hades y Perséfone en un pínax de la antigua ciudad de Locros Epicefirios.
Hay que destacar que en los poemas homéricos no aparece expresamente la relación madre-hija de Perséfone con Deméter pero Perséfone sí está ya mencionada como reina del Inframundo. Según contaba Diodoro Sículo, durante la boda que tuvo lugar entre Hades y Perséfone, la isla de Sicilia le fue dada a la novia por Zeus como regalo.
Perséfone, como mujer de Hades, solo mostró clemencia una vez. Debido a que la música de Orfeo era tan arrebatadoramente triste, permitió que este se llevase a su esposa, Eurídice, de vuelta al mundo de los vivos con la condición de que ella caminase tras él y él nunca intentase mirarla a la cara hasta que estuviesen en la superficie. Orfeo accedió pero falló, al mirar atrás, casi al final del recorrido, para asegurarse de que su esposa le seguía, perdió a Eurídice para siempre. En unas versiones dicen que los Dioses del averno no tenían planes en entregarla pues Orfeo fue cobarde al ofrecérsele morir por su amada.
También departió con Psique cuando esta bajó al inframundo por encargo de Afrodita en búsqueda de un cofre que la habían mandado buscar.
De igual forma se encuentra en el mito de Minte. Esta ninfa se convirtió en la concubina de Hades, quien, según el mito fue pisoteada por Kore (Core), y la transformó en una planta de menta, la cual también es conocida como "Hedyosmos". En una versión las palabras de la ninfa comparándose con la diosa del inframundo llegan a oídos de Deméter y en otra es la propia Perséfone quien la confronta pero en ambas versiones el resultado es el mismo para Minte.
Una vez Hades se enamoró y secuestró a una ninfa llamada Leuce y la llevó al inframundo. Perséfone enfadada por ello la transformó en un álamo blanco. También otra versión del mito cuenta que quien la transformó pudo haber sido Hades para inmortalizarla a la hora de su muerte natural.
Perséfone era el objeto del cariño de Pirítoo. Su amigo Teseo y él prometieron casarse con sendas hijas de Zeus. Teseo escogió a Helena, la secuestró con la ayuda de Pirítoo y decidió retenerla hasta que tuviese la edad de casarse. Dejaron a Helena con la madre de Teseo, Etra, y viajaron al inframundo, reino de la elegida de Pirítoo, Perséfone, y del marido de esta, Hades, quien fingió ofrecerles hospitalidad y preparó un banquete. Tan pronto como la pareja se sentó, las serpientes se enroscaron en torno a sus pies, atrapándolos. Teseo fue finalmente rescatado por Heracles.
Perséfone y amantes fuera del matrimonio
Adonis, el consorte sirio de Afrodita. Cuando Adonis nació, Afrodita lo tomó bajo su protección y fue hechizada por su belleza sobrenatural. Afrodita se lo dio a Perséfone para que lo cuidara, pero esta también quedó asombrada por su belleza y rehusó devolvérselo. La discusión entre las dos diosas fue resuelta por Zeus o Calíope, quien decidió que Adonis pasase varios meses —cuatro o seis, según distintas versiones— con cada una, en una especie de poliginia.
La otra faceta de su culto es como divinidad del Inframundo o Reina de los muertos.
En este sentido, sobre todo a partir del siglo iv a. C. es cuando Perséfone se evoca a menudo en epigramas que aparecen en inscripciones epigráficas y laminillas de oro funerarias.
Entre los santuarios dedicados a Perséfone, uno de los más destacados era el de Locros Epicefirios, en el sur de Italia. Las representaciones iconográficas en pinakes encontrados en esta área muestran que en este santuario se otorgaba a esta divinidad una función protectora de las mujeres, los niños y el matrimonio.
Representación Arquetípica por Joslid Salazar
Perséfone simboliza la vida, muerte y resurrección, es la hija plácida y complaciente de Deméter. Su belleza, inocencia y ductilidad son codiciadas por Hades.
También representa ambas facetas internas de bien (creando y generando vida) con la primavera, y mal (siendo la reina del inframundo y de los muertos), pues ya que Perséfone es muy distinta fuera del inframundo y dentro de él. Simboliza ese equilibrio entre ambas fuerzas con el respectivo declive de la delimitación. Simboliza la Resurrección de la naturaleza se observa manifiesta cuando esta es transformada luego del duro y desolado invierno. También simboliza esa nuestra naturaleza interna frente al caos y sin él y de como es necesaria la limpieza del ático (inconsciente) para que florezcan nuevas ideas.
También es una representación arquetípica del anima para el hombre, pues es la fuerza femenina manifiesta en toda su expresión, como señora del inframundo es implacable, justa según las leyes, clara y soberana. Se enamora de Hades siendo capaz de apreciar su belleza particular tanto interna como externa.
Como fémina muestra esas facetas duales de nuestra personalidad, no significa que Perséfone cambiase según la compañía aunque así queda evidenciado y da la impresión, sino que nos invita a lograr esa integración de acuerdo a las reglas y leyes del medio sabiendo aprovechar todos nuestros potenciales tanto en luz como en oscuridad.
De este modo Perséfone es el Puente entre el mundo y el inframundo. Todos los héroes de la Mitología siempre tienen que pasar por ella para encontrar una información muy valiosa, ella sabe cosas que los demás no saben, secretos que ocultan las almas que se han llevado al otro lado.
Joslid Salazar (Prema Sai)
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