Sarasvati (Mitología Hindú) ARQUETIPOS
सरस्वती en letra devánagari del idioma sánscrito.
pronunciación:
[sarasuátii] en sánscrito clásico
[sarasváti] en prácrito y lenguas indo-arias actuales
[sarásvati o sarásuati] en español
Orígenes y contexto en el hinduismo
En los «Vedas»
Sárasvatī es mencionada en el Rig-veda (el primer texto de la literatura de la India, de mediados del II milenio a. C.. Era una diosa adorada en la religión védica.
Es probable que haya comenzado como una diosa meramente fluvial, relacionada con el río Sárasuati, ya que su nombre en sánscrito significa ‘la [zona] que tiene lagos’ (sáras: ‘algo fluido’, un lago, un estanque, vatī: ‘la que posee’). Algunos «estiran» la traducción para que signifique ‘la que fluye’, lo que se puede aplicar a la mente, las palabras, las ideas, o la corriente de un río.
En el Rigveda (6, 61, 7) a Sárasuatī se le atribuye la destrucción —por medio del dios Indra— de Vritrasura, un gigantesco demonio que había acaparado toda el agua del mundo conocido, y que representaba la sequía, la oscuridad y el caos.
En el himno 10.184.2 del Rig-veda se la invoca junto con Sinivalí para que el embrión se adhiera al útero.
En los «Puranas»
En los Puranas (textos que generaron la religión hinduista) se convirtió en la diosa del aprendizaje y de las artes (por ejemplo, de la música). También es adorada como la diosa de los pensamientos veraces y del perdón.
A veces también se la equipara con otras diosas hinduistas como Vach, Savitrí y Gáiatri.
En el «Vedanta»
En el Vedānta se le considera la energía femenina (śakti) y el aspecto del conocimiento del Brahman. Como en los textos védicos, es la diosa del conocimiento, de la elocuencia, la poesía y la música. Los seguidores del Vedanta creen que sólo mediante la adquisición de conocimiento podrán alcanzar moksha (la liberación de la reencarnación). Sólo mediante la adoración de Sárasuatī y mediante la búsqueda continua del conocimiento verdadero con atención completa, se puede obtener la iluminación necesaria para alcanzar el moksha.
Otras descripciones
En distintas leyendas contadas en el Majábharata y el Bhágavata-purana es (contradictoriamente) la consorte del dios Brahmā. En otras leyendas de esos mismos libros, cuando Sárasuati es la hija de Brahmá, la esposa es Savitrí y Gáiatri. Su belleza es tal que Brahmá tiene cuatro caras para poder verla desde todas las direcciones.
En las Leyes de Manu se la identifica con Durgā, o incluso con la diosa Lakshmí (la esposa del dios Vishnú) o con la esposa de Manu. En el Majábharata también aparece como hija del prajāpati (‘patriarca’, padre de la humanidad) Daksha.
El Sárasuatī stuti (‘elogio a Sárasuatī’) declara que ella es la única diosa que es adorada por los tres grandes dioses del hinduismo (Brahmá, Vishnú y Shivá. Ella es la única diosa que es adorada por los devas (dioses menores), por los asuras (demonios), los gandharvas (los músicos celestiales) y por los nagas (los seres serpentinos divinos).
La mitología explica que Sarasvati fue creada por Brahma y se unió a él, lo que genera una dualidad de hija/esposa. Según algunas tradiciones, la diosa nació de la propia boca del dios Brahma: es una representación de la palabra, la sabiduría y la transmisión del conocimiento.
Simbolismo
La iconografía de la diosa Sárasuatī la muestra como una hermosa mujer de piel clara, vestida con ropa blanca pura, sentada sobre un loto, aunque se considera que su verdadero vahan (‘vehículo’) es un cisne.
Se la asocia con el color blanco, que representa la pureza del conocimiento.
Ocasionalmente se la asocia con el color amarillo, el color de las flores de mostaza, que florecen en la época del festival de Sárasuati, en primavera.
No tiene una cantidad exagerada de adornos (como la diosa Laksmi) sino que está vestida modestamente, quizá representando su preferencia por el conocimiento por encima de los objetos materiales.
Generalmente su iconografía la muestra con cuatro brazos, que representan los cuatro aspectos de la inteligencia humana, según el hinduismo:
la mente (mana),
el intelecto (buddhi),
estado de vigilia y
ego (ahankara).
En sus manos sostiene cuatro objetos:
Un libro (lo cual es un anacronismo, ya que no hubo libros en la India hasta la introducción de la imprenta por los conquistadores británicos, en el siglo XVIII).
Un mālā (rosario) de perlas blancas, que representa el poder de la meditación y la espiritualidad.
Un pote con agua sagrada, que significa que el conocimiento tiene un poder purificador de los pecados.
Una vīna, instrumento musical parecido a un sitar, que representa su grado de perfección en todas las artes.
Sárasuatī también se relaciona con Anurāga (el ‘apego’ por las notas musicales y el ritmo), que representa todas las emociones que se expresan mediante el discurso o la música.
Los hinduistas creen que las niñas que llevan su nombre serán muy afortunadas en sus estudios.
Frecuentemente se muestra un jansá (ánsar índico) blanco cerca de sus pies. Los hinduistas creen que si se le ofrece a un jamsá una mezcla de leche y agua, es capaz de tomar sólo la leche. De esta manera, el jansá simboliza la capacidad de sacar provecho de lo malo, o de obtener sabiduría de un conocimiento maligno. Debido a su relación con el cisne, a la diosa Sárasuatī se la conoce también como Jamsá Vajini: ‘la que tiene un ganso como vehículo’.
Se la pinta al lado de un río (el Sárasuati, que puede estar relacionado con su primera función como una diosa del agua. Su relación con el cisne y con la flor de loto también señala su origen más antiguo que el de otras diosas.
A veces se muestra también un pavo real al lado de la diosa. El pavo real representa la arrogancia y el orgullo debido a la belleza personal. Al tener un pavo real como vehículo, la diosa enseñaría que los hindúes no deben estar preocupados por la apariencia externa.
En otras culturas
Aparte de su rol en el hinduismo, Sárasvatī fue —como la diosa hinduista Tara Devi— absorbida por el panteón budista y llegó hasta China a través de las traducciones al idioma chino del Sutra de la Luz Dorada, que posee una sección dedicada a ella. En la actualidad, en China ha sido prácticamente olvidada.
Dentro del budismo tántrico tibetano, fue asimilada como la consorte de Manjushri, el Bodhisattva portador de la espada de la Sabiduría.
En Japón la siguen adorando con el nombre de Benzaiten.
[Harahvatī] Aredvi Sura Anahita es la equivalente a Sárasuatī en el Avesta.
En Myanmar (Birmania) adoran a una diosa idéntica a Sárasuatī como Thuyathati, una hermosa virgen sentada sobre un hintha (en sánscrito jansá, ‘ánsar índico’).
Los budistas birmanos la adoran especialmente antes de los exámenes escolares.
Dentro del hinduismo hay que señalar la tendencia al culto de la Diosa Madre. Así, encontramos un sinfín de dioses que surgieron de esta veneración, siendo las más importantes Sarasvati, Lakshmi y Parvati(Durga), las esposas de Brahma, Vishnu y Shiva.
"En occidente y muchos hindús incluso tienden a ser devotos por separado y se refleja en una multitud de dioses y diosas pero TODOS SON FACETAS DE LA MISMA DIVINIDAD EXTERNA - INTERNA". Joslid Salazar
En concreto, Sarasvati es la diosa del conocimiento, esposa o hija (o quizá ambas) del dios Brahma. Es la diosa del saber, de la verdad, la educación y la cultura y todas las artes. Así, cuando se adora a esta diosa, el creyente está buscando conocimiento verdadero. Una iluminación celestial que pueda ayudarlo a alcanzar la liberación de las reencarnaciones.
"DEBEMOS DE BUSCAR ESO VEMOS EXTERNO DENTRO". Joslid Salazar
Observemos esto arquetípicamente hablando:
La diosa fue creada por Brahma(SUEÑO/ILUSIÓN), "El conocimiento de la ilusión y no- ilusion se ofrece a la humanidad y es la humanidad misma, "Proviene de Brahma y se une a èl en el momento del despertar". La cual se sintió tan agradecida que se unió a su creador. Brahma no podía dejar de mirar a esta hermosa criatura. Así, según la mitología, el dios comenzó a generar cabezas una tras otra al mismo tiempo que se giraba para contemplarla. Así, Brahma terminó contando con cuatro cabezas, las que se le conocen a día de hoy.
"Recordemos que la divinidad crea la ilusión de Maya para conocerse así mismo, y cada vez que se observa se maravilla.
Fijense que tan lejos está de una interpretación de incesto".
Ambos estarían unidos en cada uno de los mortales; y es que ella se ubica en la garganta, en forma de palabra, pues encarna las virtudes del conocimiento, las cuales se expresan con el habla. Asimismo, Brahma se encuentra en la respiración, en el aliento, y sin ese aliento no hay palabra. "Esta es un prueba inequívoca de que debemos observarnos y encontrar la divinidad dentro".
En sus representaciones, podemos encontrarla con ropajes blancos, un claro símbolo de pureza. Asimismo, las ofrendas que se le suelen hacer son principalmente flores, frutas, dulces o incluso ropajes, pero todas ellas deben ser blancas.
La diosa cuenta en ocasiones con un libro en sus manos, símbolo inequívoco del saber. Así, la mitología asegura que muchos grandes eruditos lo fueron gracias a su invocación, como por ejemplo el dios Krishna. Quizá por ello, en otras ocasiones la encontraremos representada con una pluma, tinta y hojas. Herramientas que simbolizan la transmisión de su sabiduría a los hombres. Siempre que encarna la divinidad en humano siempre transmitirá la sabiduría. Cada cual que va aprendiendo va transmitiendo a otros, y cada quien que va despertando de la ilusión siente ese llamado interno de transmitir.
También es posible encontrarla con una especie de rosario de perlas blancas, el cual representa el poder de la meditación y la espiritualidad.
Por último, esta diosa también estaría representada con un instrumento musical conocido como la vina, muy similar al sitar. Este instrumento representa un grado de perfección supremo en todas las artes.
Joslid Salazar (Shakti Durga Prema Sai)
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