Artículo original de Bioneurovida
El útero es un órgano muscular hueco, su pared interior está tapizada por un tejido esponjoso cuya misión es contener al huevo fecundado durante el embarazo y expulsar al bebé en el momento del parto. Se distinguen en él dos partes. En la superior, el cuerpo, donde desembocan las trompas; y en la inferior, el cuello, orientado hacia la vagina.
El útero es la sede de la creatividad y la fertilidad. Es el primer lugar en el que habita el futuro bebé, el que lo acoge y lo hace crecer, en el que la madre lleva al hijo. Por lo tanto, el útero simboliza el hijo, la gestación, la capacidad para tener hijos; también el nido, la casa, la familia; la pareja, la capacidad para encontrar pareja y la sexualidad, ya que ésta función es una de las más fuertes en la naturaleza. Útero: mucosa del cuerpo (endometrio). Tiene su correspondencia con la próstata en el hombre.
La función biológica del endometrio va desde la concepción hasta el final del parto, en consecuencia, los conflictos que afectan a ésta parte del útero van desde los problemas sexuales como:
– conflicto sexual (durante el acto) que se considera sucio, fuera de lo normal;
– conflicto de pérdida (puede tratarse del hijo, de la pareja o también de abuela/nietos o similares);
– hasta el conflicto familiar (nidificación imposible).
Útero: músculos lisos. A ésta parte del útero (miometrio) les afecta los conflictos de desvalorización por no poderse quedar embarazada, tener un hijo o por no poder tener el bebé o la familia deseada.
– “El hijo que no tendré nunca.”
– “¡No soy capaz de traer un hijo al mundo!” (Después de un aborto, provocado o espontáneo, de un bebé muerto, etc.).
– Deseo de un embarazo ideal. Mioma uterino: Impotencia, desvalorización: “No soy capaz de encontrar pareja”.
Fibromas: La diferencia entre padecer un fibroma o un cáncer depende de la intensidad con la que hemos vivido el conflicto. A mayor intensidad, más gravedad.
Conflicto sexual: “Ritmos sexuales”. Pérdida del feto.
Cuello del útero: Afecta principalmente a las mujeres jóvenes.
– Conflicto de frustración sexual. Aunque la mujer tiene a su hombre, se siente frustrada.Las afecciones del cuello del útero están relacionadas con la pareja, expresan frustraciones afectivas y/o sexuales, se manifiestan sólo en aquellas mujeres que no se sienten deseadas y viven su relación sexual como algo destructor; sienten que su pareja, por su manera de ser, están matando algo en ella y por eso el contacto con él se convierte en un veneno. Suele tratarse de mujeres que viven una relación pasional de «amor a muerte» con un compañero, que en lugar de darle amor como ella desearía, la utiliza de manera perversa. “Conflicto de frustración sexual. Sexualidad vivida como sucia”.
– Conflicto de frustración afectiva, emocional, por el abandono o por la separación de la pareja. “No puedo obtener el contacto, lo he perdido”. “No estoy en contacto con el ser querido”. “Deseo de ser poseída”. “No pertenezco a ningún hombre”.
– Conflicto por sentirse dependiente de su pareja. “Noción de pérdida de territorio”.
Reproducción: Para que pueda llevarse a cabo la reproducción es necesaria la entrega a la pareja. Los problemas en éste órgano nos indican que existen dificultades en el contacto físico entre la pareja, que no hay una entrega total. Las enfermedades del útero también pueden manifestar un deseo frustrado de tener hijos; o quizás nos pueden hablar de un sentimiento de culpabilidad por no haber creado un hogar bueno y acogedor para los seres queridos. Normalmente, toda mujer con problemas en el útero, tiene dificultad para hacer germinar una idea o un proyecto nuevo porque no suele dedicar el tiempo necesario para su concreción, le cuesta saber cuál es el momento adecuado para actuar. El cáncer del cuerpo del útero nos habla de un problema emocional muy profundo, de un resentimiento y culpabilidad en relación con el hogar o los hijos. Del mismo modo puede indicar un conflicto de desvalorización por no quedar embarazada. También puede traducir una profunda aversión por la relación sexual.
Recomendaciones para recuperar la salud física, emocional y espiritual: ¿Cómo te sientes respecto de ser mujer? ¿Sobre tener o no hijos? ¿Has padecido un sentimiento profundo de vergüenza o culpabilidad, o tal vez de traición? ¿Cómo va tu vida? ¿Cómo sientes tu hogar? ¿Te cuesta aceptar a tu pareja? ¿Tu pareja te encuentra atractiva como mujer? Debes aprender a tomarte tu tiempo antes de actuar, aprender a discernir cuál es el momento preciso para actuar espontáneamente. Todo lo que nos rodea es como un gran espejo en el que nos vemos a nosotros mismos. Debemos aprender a reconocernos en todo lo que vemos. El cáncer de cuello de útero manifiesta que la mujer no se siente “la elegida” por su pareja, bien porque este tenga una amante o porque ella así lo viva.
Escrito por: MARTA BAILÓN EN 8 MAYO 2014
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